Los discos de desbaste son herramientas abrasivas que se utilizan para pulir y perfeccionar superficies así como para aplanar un cordón de soldadura. La intención primordial de este trabajo es lograr que las superficies estén libres de imperfecciones, ya sea para seguir trabajando en ellas o para insertarlas en otro tipo de estructuras.
Para la realización del desbaste, se emplean discos de mayor espesor, que fluctúa en un rango de los 4 a los 8 mm aproximadamente. Asimismo, si estos discos son dentados, la recomendación es que sean con más dientes y más resistentes.
Dentro de esta categoría de discos , encontramos aquellos que se emplean para el rectificado plano o para igualar partes. En este procedimiento, el funcionamiento es circular, emite poca vibración y desgasta las piezas de forma homogénea; resaltando su adaptabilidad a exigencias altas como lo son el concreto y el mármol.
Podemos mencionar otra opción para este tipo de trabajo, en el disco conocido como Flap, el cual contiene varias capas abrasivas, las cuales se posicionan como un radiante para lograr acabados más suaves.
Una muestra de cómo hacer una correcta elección de un disco de desbaste, dependiendo del material, es la siguiente. Para trabajar sobre superficies de aleación ferrosa o acero, lo ideal es utilizar discos cóncavos, además de incluir grano con contenido de óxido de aluminio.
Como se ha comentado, lo más importante en el momento de adquirir discos de desbaste, es la correcta combinación entre estos y el material sobre los cuales van a ser utilizados; ya que no es lo mismo cortar acero, piedra o aluminio.
Por último, es importante recordar que el ángulo de inclinación de las herramientas, para ejecutar este tipo de trabajos, no es de 90° como cuando se realiza un corte, sino que aquí el ángulo correcto debe ser de 30° a 45°.